jueves, 6 de diciembre de 2012

Diario de un emigrante. Vuelta

Enfrentarme al papel en blanco me da escalofríos. Casi lo emborrono para no verlo vacío. Esta bien, lo haré, garabatearé alguna conclusión y consecuencias de los casi tres meses que llevó en la isla, en la ciudad, tres meses sin ver el campo la naturaleza, solo asfalto y hormigón. Me agobia, quizá haga alguna locura.

Vine un 17 de septiembre, hacia frio, pero iba en pantalón corto. Alquile una, digamos, habitación. Busqué, encontré trabajo. Trabajé, sigo trabajando. Viví, disfrute de la noche. De compañía tuve gente de tantos sitios. Disfrute del día, sufrí del frio. Unos se fueron, otros quedan. De todos aprendí algo, de todos me molestó algo, de eso se trata la convivencia, no existe la persona adecuada. Son muchas las cosas que aprendo cuando viajo, cuando se viaja. Llevo ya cinco años y medio, desde que salí de mi casa, de la casa de mis padres, he aprendido muchas más cosas, y más útiles en estos cinco años que en los quince que me pase en el colegio, sin despreciarlos, pues ambos son parte de la persona que soy hoy en día. Cuesta ir dejando atrás amigos, buenos amigos, enemigos, hábitos, pero viajando, moviéndote aprendes a vivir. Pero no iba de esto el relato, no voy a aburrir con moralismos.

Me senté en esta silla, en esta casa, en esta morada improvisada. Después de los agitados y difíciles días iniciales la cosa ha cambiado, se han vuelto monótonos, del restaurante a casa, de casa al restaurante, dejar escapar el tiempo delante del ordenador. Me levanto, tarde, no me da por madrugar, no necesito la ayuda de Dios, por el momento. Remoloneo, porque puedo, y porque me gusta.  Bajo a la cocina, que hace las veces de salón también, y me preparo el desayuno, a veces como fruta, y aunque se de alguien que enojará, normalmente no lo hago. Café, robado a algún compañero, o té, propio, con galletas de jengibre, me he hecho adicto a esas galletas, y como a nadie más le gustan suelen durar en al cocina. Si alguien me acompaña en el desayuno solemos mantener interesantes conversaciones. Los temas son bastante variados, desde cual es el mejor tema de The doors a los perfectos pechos de la vecina, creedme son perfectos, y como no pasando por ‘in my country…’. Cuantas veces habré oído esa frase seguida de quejas, alabanzas, orgullo, tristeza, añoranza de boca de todos, sean de donde sean. Todos añoran la tierra que les vio crecer. Si nadie comparte mi desayuno me vuelvo a la habitación, y aquí empieza toda la variación de mi rutina. Dependiendo de mi estado de animo me pongo a buscar un trabajo en el ordenador, incluso algún día salí a su encuentro en la calle, pero nunca lo encontré. Si me encuentro más creativo ese día, escribo, leo, retoco fotos, lo público, y luego lo lees y lo ves. El día que me siento todavía más artista, ese es el día que no hago nada, veo series, navego por la red sin rumbo fijo, pierdo el tiempo muy artísticamente. Tras hacer el vago toda la mañana suelo skypear (debería ser esta una palabra ya admitida en el diccionario, por lo menos en el mío, pues la uso más que muchas otras), mi momento de conexión con el mundo, con los amigos, con los añorados, con los amados. Es un momento este de evasión, de dejar el inglés a un lado y volver a sentirme querido. Llega la hora de comer, le he cogido especial apego, me esta gustando mucho cocinar, y sobre todo que me salga cojonudo. Además es de las horas más calientes del día. Si por que con los fuegos encendidos la cocina coge temperatura. Luego suelo tener un par de horas que no sabría definirlas muy bien, suelo ver alguna serie, o buscar trabajo, o cosas muy variadas, hasta llegar a las cinco de la tarde, hora fatídica, toca ponerse las pilas, salir a la calle y ganarse el pan. Hace frio, las manos se me abren, maltratadas por el frio de la bicicleta y los productos del restaurante. Les vendrán bien unas vacaciones. Una vez pedaleo hasta swiss cottage comienza mi jornada laboral que se alarga hasta media noche. Tras lo cual, ceno, ceno muy bien, es uno de los puntos positivos de trabajar ahí, siempre ceno jodidamente bien, y mucho, lo que me impide irme a dormir, la barriga está llena, así que pierdo otro rato el tiempo frente al ordenador antes de irme a dormir, casi siempre escuchando a Wyoming o Buenafuente. Me da asco pasar tantas horas delante del ordenador, no es bueno, debería dejarlo, lo haré.


Pero todo esto ya se acabó, toca volver, a casa por navidad, como las buenas cosas. He aprendido mucho. Una experiencia increíble, que aspiro a volver a repetir en breve cambiando únicamente el nombre de la ciudad, perro con idéntica ubicación y aspiración.

martes, 20 de noviembre de 2012

Diario de un emigrante. Domingo

Los domingos se acaba de mundo. No quisiera ser una metáfora, pero, aquí, en Londres, cobra más sentido que nunca, cobras cada semana, pagas cada semana, vives de semana en semana, los domingos cobran su más alta expresión como consumación de un tiempo vital. Hago la compra semanal los lunes, y compro alimentos justos para la semana, pues tienen la costumbre de caducarse a velocidades vertiginosas, la etiqueta ‘Using within 3 days of opening’ parece ser moda por estas islas. Pago mi alquiler de forma semanal, todos los miércoles, puntual, hace que parezca razonable la cantidad estipulada, pero no quiero multiplicarla hasta averiguar la cifra mensual, me produciría escalofríos. Cobro mi nómina cada dos semanas, toca un poco la moral, es otra estrategia para hacerla parecer mayor de lo que en realidad es. El abono de transporte, que ya paso a mejor vida, lo pagaba de forma semanal, veintinueve libras por poder usar el metro y autobús en las zonas 1 y 2, a punta de pistola. Con esta organización, si, el domingo es ese día cual descanso todo lo que te han exprimido durante la semana. Quizá tenga un montón de planes para cuando tuviere un día libre, pero son vanos, todo el plan que debería hacer es, no quitarme el pijama en toda la jornada, y si me apuras llamar al chino para comer… aun no, no me siento con fuerzas de adivinar como cocinan los chinos en este país, donde la calidad de la comida general brilla por su ausencia. 


Hoy es domingo, sigo en la cama, son las doce de la mañana, pienso la comida que prepararé cuando baje a la cocina, algo que se antoja difícil. Hablando de comida, utilizo mucho tiempo aprendiendo a cocinar mejor, es algo que me realiza, cojo ideas del restaurante, de internet, de los libros o artículos que leo, e intento realizarlas en mis fogones, algunas veces con más acierto que otras, pero de eso trata todo aprendizaje, de fallar, levantarse y volver a fallar. El último plato al que he vencido es algo parecido al arroz briyani, lo cocinan en el restaurante, ellos usan arroz basmati de las mil maravillas, yo arroz sansbury basic, viene siendo cuatro veces más barato, el resultado es bastante parecido, arroz frito con verduras o pollo, gran cantidad de curry, como casi toda la cocina india, aromatizado con menta, y acompañado de una salsa de yogur. No es por echarme flores, pero después de cuatro o cinco intentos, sufridos intentos, me ha quedado comestible. La tarde no presenta muchas más alternativas, la cama, la vagancia y el descanso me atraparán.

Para el domingo, había planeado coger la bici, si, me he agenciado una bici, y explorar los alrededores, ver si conseguía llegar al domingo de la ciudad de Londres. No lo hago, no lo haré. Pero por lo menos estoy escribiendo.

Ensayo infinito
en pos del asiduo fallo,
pero céfiro tornó
aun mereciendo desmallo

Pa mi tos habitual
leche tibea con miel,
hallé la aguja del pajar,
hallé mi ciento por cien

No se debe esbozar
pues palabros no son dignos,
silencio atronador
déste, corazón indigno

'Copla a una vida'

martes, 13 de noviembre de 2012

Diario de un emigrante. Morada

Me dispongo a continuar mi relato. La mañana es nublada, para variar, los pájaros no cantan, pero no lo añoro pues suena el blue álbum de los Beatles. La taza de té y el ordenador me escoltan mientras siento satisfacción por mi primera nómina que ayer me pagaron, raquítica, pero primera. Al final me harté de ir de aquí para allá buscando particulares que me alquilasen una habitación para encontrarme agencias chupasangres detrás de cada anuncio. No me quedó más solución que contratar los servicios de una de ellas. Debe llamarse algo así como UKLondonFlat, y fue la que mejor impresión me dió. Visité varios antros más, hasta que al final hallé algo donde poder descansar sin que la mierda me comiera. Hoy en día le llamo casa. Mi contacto con la agencia, fui a su oficina, terreno enemigo, me atendieron en castellano, mierda para todos, yo quiero practicar mi inglés, hablaba español con ese acento guiri que tanta gracia nos hace. Se llamaba Joe, según me indicó el, mas tarde descubrí que se llamaba Gio, que en inglés hablado por italianos se debe de pronunciar igual. Era un hombre en sus treinta pasados, vestía decentemente, algo que me debería haber dado pie a pensar que no era inglés como yo en un principio creía. Los ingleses se visten con el culo, y las inglesas ni siquiera usan el culo. Cuanto más hortera y estrafalario sea la prenda que te pones más guay eres, asi que pasear por la calle se convierte en un constante desfile de personajes intentando ser más ridículo que el anterior, y creedme, lo consiguen.


No se me distraigan, había conseguido uno de los objetivos principales, y solo me había costado una semana y un motón de pounds, si un motón, pago el doble que en Pamplona por una casa la mitad de decente, siendo generosos con los piropos. Lo celebré con mis ya casi íntimos Jose y Alex. No me fliparé, toda la celebración fue un enhorabuena y un apretón de manos. Pero en los momentos que estaba era una maravilla. Otra vez tocaba, coger todos mis bártulos, toda mi vida en una maleta, toda mi sabiduría, mi ropa y mi compañía, y cruzarme Londres, en un metro para nada accesible. Los diseñadores de este metro deberían acudir a una clase con Sacris, y así comprender lo que es la accesibilidad. Legué, expectante, ¿Qué me encontraría?, ¿Quiénes serían mis nuevos compañeros de rutina? Miles de preguntas, quizá algo acojonado, debido a mi natural timidez, que intento dejar atrás con viajes y experiencias como esta. Respuesta positiva, gente agradable, enseguida se ofrecieron a ayudarme, me indicaron las cosas importantes, es decir, donde comprar ropa, comida barata, quien vendía hierba por allí, y las reglas de higiene de la casa… bueno esto último se lo saltaron. Aquello era el salvaje oeste, cada cual sobrevivía como podía, y eso que llegue en plena mejoría de la limpieza del hogar, habían quitado toda la ceniza de porro que ocupaba la mesa de la cocina el día anterior. Estaba de suerte, tenía de nuevo la flor en el culo. Casi doy saltos de alegría cuando me lo contaron, pero la prudencia me pudo. 

La fauna de la casa por aquellos momentos tampoco tenía desperdicio, teníamos un suizo bohemio, perdón, un suizo pijo-bohemio, sigue aquí, le encanta tocar la armónica y demostrar que le va la vida de tirado, pero al día siguiente aparece con una cámara fotográfica nueva, y no repara en esfuerzos para hacer saber a todo el mundo la millonada que le ha costado. No trabaja, solo hace el vago. Continuando nuestra visita la circo nos encontramos con el gordo y el flaco, una pareja de canarios indescriptibles, buenas intenciones, pero… demasiado vagos para buscarse un trabajo, dejar CV debe de ser una tarea de constancia, uno a la semana no es un buen promedio, pero tocaban muy bien la guitarra, algo que echo de menos, ya no hay música… la armónica suiza aun no se considera música, aún le queda practicar mucho más a costa de nuestros oídos. Hay una habitación en la casa que es sus buenos días posiblemente fuera el salón de la casa, hoy alberga tres potrosas camas y otros tantos armarios destartalados, todo ello ordenado en un caos perfecto. Allí descansaba la vieja guardia, Mortadelo y Filemón, italiano y francés, alto y bajo, tranquilo y nervio puro, guapo y feo, artista y deportista, pero los dos muy buenos tíos. Italia lleva cuatro, ahora cinco meses en Londres, llegó como todos los italianos, sin hablar ni una palabra de inglés, trabaja en un bar español en King Cross y no sabe el significado de lo que sirve en el bar. Es un fucker, cada día que le veo esta con una diferente, y no parece tener mucho reparo en tener compañeros de habitación. Francia es nervioso, bromista, con mucha energía, a la vez que responsable. Tiempo después conocí a su novia. Cualquier persona que les viese juntos pensaría ‘ella es la que manda, le debe destrozar en la cama, menuda mujer’, cuando les ves interactuar empiezan las dudas, de esas personalidades que pegan la una con la otra, verles en un pub de noche es mejor espectáculo que cualquier teatro de Londres. Queda otro inquilino por presentar, nunca supe su nombre, le llamábamos the Gosht, por algo será. Se volvió.


Una colmena con abejas de todos los rincones del campo de juego, tantas cosas en común como diferentes, aunque de momento funciona, y alecciona. 

sábado, 10 de noviembre de 2012

Concursante

Tras las trágicas noticias de estas semanas sobre los suicidios sucedidos en España, me viene a la memoria una película que vi hace algún tiempo. Ópera prima de un director increíble, indescifrable, en busca de dar la nota, de hacer posible lo imposible. Me enamoró con esta reflexión sobre el sistema, no descansa, ritmo trepidante, osada, y después me deslumbró atreviéndose con Buried, 93 minutos agónicos dentro de un ataúd. Dejo un fragmento de la película, que quiero destacar que se estreno antes del inicio de esta crisis. Premonitoria? Tal vez... por favor reflexionemos profundamente. Todos somos humanos, ¿Por qué nos hacemos esto los unos a los otros? 


jueves, 8 de noviembre de 2012

Diario de un emigrante. Primeras impresiones


Tres semanas llevo ya en esta exorbitante ciudad. Tres semanas lentas, de diez días cada una, de fuertes contrastes, instantes de inmensa alegría interrumpida por pésimas sensaciones, producidas todas ellas por grandes progresos y peores baches. Cosmopolita, instructora, penosa, cruel, amistosa, insoportable, comprensiva, insultante, benevolente, tolerante, complaciente, intransigente, feroz, inolvidable, brutal, memorable, extraña, cercana, ofensiva, grosera, encomiástico, halagador, dura, solitaria, hiriente, aduladora… tal es la ciudad y tal es mi experiencia en este tiempo.

Entrando en detalles escabrosos y los no tanto; arribé un frio lunes de septiembre, el diecisiete más concretamente, siendo alguien ya iniciado en el transportes londinense y teniendo tan claro mi destino, dediqué mi primera evening a hacerme con una tarjeta de telefonía, objeto que me fue de fácil acceso y pequeño costo. También de gran utilidad, pues en lo que utilice mis esfuerzos en los siguientes días fue el buscar una habitación donde descansar, que me proporcionase mejor cobijo que el, aunque confortable, infame Walrus. Tal era el nombre del hostal donde sus chicos tanto me ayudaron y me aconsejaron. Dos de ellos, Jose y Alex, venían de México, dato que no estuvo en mi poder el primer día y me hizo practicar mi inglés con quien me podría haber entendido en mi lengua materna. Era una edificación con el típico sucio encanto londinense, aquellos que habéis visitado Londres me entenderéis. La planta baja la ocupaba… y la ocupa un confortable bar, sobre el cual se sostiene una sucesión caótica de habitaciones abarrotadas de gentes de las más variadas partes del mundo. Allí conocí, dando por nombrados a los mexicanos, a un profesor de Ingeniería de la Universidad de Valladolid, que al ser, al igual que yo, viajero solitario, se convirtió rápido en un gran amigo temporal, y porque no decirlo, aunque no a sabiendas, en un apoyo más que eficaz para esos momentos de soledad que me atacaban en tales días. The Warlus se convirtió en mi morada y Ramón, Alex y Jose en mis nuevos amigos express.

Buscar un nuevo acomodamiento se convirtió en algo pesado. Tenía la información necesaria para llevarla a cabo, pero, quizá no las expectativas adecuadas. Londres es especial, sus habitaciones también. En sucesión de sucias, caóticas y desordenadas llamémosles casas pasaron ante mi. En alguna de la habitaciones no entraba yo junto con mis maletas, y otras estaban ya ocupadas por distintos tipos de insectos y bichos varios. Por no hablar de las zonas comunes de dichas moradas, pues como todo aquel que haya compartido residencia con gente de similares condiciones sabrá, suelen ser aun peor limpiadas que la propia habitación, como es de esperar. Mi intención era encontrar a través de las webs inglesas y de los periódicos gratuitos un landlord, como se llaman aquí los caseros, que me evitase pasar por inmobiliarias, agencias y demás chupasangres presentes siempre en estos negocios, más si cabe en una ciudad como Londres. He de decir que encontré lo que buscaba, encontré la aguja en el pajar, mas la aguja estaba roñosa y, aunque tenía un precio razonable… razonable para lo reducido de aquel cuarto de escobas. Así me harté de gastarme el saldo del móvil en llamadas a supuestos particulares que resultaban ser exigentes agencias. Te vendían el oro y el moro para engatusarte y en cuanto mostrabas el mínimo interés por sus servicios, era entonces cuando salían con los meses que querían por adelantado y los otros tantos que requerían de fianza. Siendo siempre muy mentiroso y echándome el farol de que, por supuesto, podía permitírmelo, para lograr ver la casa en cuestión, descubrí algún lugar medianamente digno de llamarse habitación, pero nunca en comparación con el concepto que tenemos de ello en España. En ello me sucedió un par de anécdotas que me llevaron a darme cuenta de que en Londres cada cual se preocupa de sí mismo y poco importa lo que hagan los demás, además se sienten particularmente ofendidos ante las interacciones de extraños en sus quehaceres diarios.

La primera sucedió en tanto esperaba, al mentado anteriormente, casero del cuarto de escoba, con el que había quedado bajo el roñoso puente del ferrocarril. Al no saber yo el aspecto que tendría Delroy, mire con extrañeza a todo hombre que se me acercaba sospechoso de ser mi nuevo socio. A uno de ellos no le pareció correcto y me devolvió la misma mirada, aunque, por que no decirlo, más incómoda, y volviéndose por momentos desafiante me preguntó ‘Do you have any problem?’ a lo cual yo respondi, con mi mejor inglés posible ‘No, sorry, I m waiting for one who is going to sow me a room for rent. I thought you were that person…’. Se dio por satisfecho y continuó su camino. Dejome más dubitativo aun, y tal vez algo nervioso, ante lo que me iba a encontrar. El resto es conocido, resulto ser Jamaicano y vivir en una casa con su hijo, de la cual alquilaban aquel cubículo como habitación por ochenta y cinco pounds per week.

La segunda acaeció mientras visitaba pisos con una de las tramposas agencias que se camuflaban tras los supuestos números privados de los anuncios de gumtree, la web más grande donde se puede encontrar de todo. Recorrimos las calles de Londres de un piso a otro, por llamarlos de alguna manera, con una compañía de lo más variopinta, un italiano, una pareja de rumanos y nuestro chofer brasileño, que hacia las veces de agente inmobiliario una vez llegados a los pisos. De todos los antros que visitamos, hubo uno que se parecía a una casa, tal vez era por que aun no vivía nadie allí y estaba todo nuevo. He de aclarar que no me lo quede pues el precio, ciento treinta y tres pounds por semana, por aquel zulo de habitación me pareció desorbitado. Aunque siendo el único digno de llamarse hogar saque una fotografía al nombre del vecindario en un cartel cercano, y a esto ese me acerco una noble ancianita a preguntarme porque sacaba fotos a su casa. Una vez más me toco sacar a relucir mi entrecortado inglés para explicarle mis motivos.

Inciso sobre el hilo de la historia para trasladar una idea muy oportuna sobre la emigración, las fronteras, los nacionalismos y demás canceres de este mundo:

 La elección de una fecha de origen es puramente arbitraria. En el año 1000, la mayor parte de lo que hoy es España formaba parte de un califato islámico. Si utilizas la Historia para justificar la “nación española”, no puedes quejarte de que Al Qaeda luche por restaurar Al Andalus. Ellos han elegido una fecha tan legítima (y arbitraria) como la tuya. Si de verdad queremos respetar la Historia, si tanto nos importa la tierra de nuestros antepasados, deberíamos mudarnos todos al Valle del Rift. De aquél rincón de África salimos todos los humanos. ¿Me escucha Sr. Mayor Oreja? La próxima vez que le pregunten por su origen, quiero escucharle decir: “yo, antes que nada, soy un inmigrante africano”.


Fragmento del articulo: ‘¿Cómo alguien puede ser ‘nacionalista’ y ‘de izquierdas’?’ de Principe Marusia, publicado en Público con fecha del 15 de octubre de 2012.

miércoles, 31 de octubre de 2012


   Necesitaba discutir, compartir mis reflexiones,
 y converse con la ciudad. Ha sido un dialogo mágico, 
        hecho de pequeños detalles, imperceptibles para 
quien no sabe escuchar, inabordables para él que no 
puede pararse a disfrutar de los instantes más insignificantes. 
He hablado sin mediar palabra, repartido mi 
pobreza con un mendigo, he oído el silencio, 
apreciado la lluvia en mi cuerpo, los puentes se han
iluminado a mi paso invitándome a pasar,
he disfrutado de un reflejo en el agua, 
admirado la grosería de una viga de acero, 
y he descansado sobre una cerveza. 
Ayer no tenía necesidad, no creía en los detalles, 
ayer me perdí la ciudad hablando.

‘Experiencia de un paseo’

sábado, 27 de octubre de 2012

El bien colectivo

Esta mañana escuchando una entrevista de Iñaki Gabilondo a Jose Luis Sampedro, alguien a quien admiro, he recordado un antiguo articulo que escribí hace algunos años.

La organización actual de la sociedad plantea que para solucionar cualquier problema debe haber un debate previo. Un debate es algo asi como una exposición de argumentos por parte de las diferentes posturas; unos a favor, otros en contra, algún indeciso, y, como no, siempre quedan los antitodo, quienes se posicionan en contra y tachan al resto de cobardes, locos o cosas peores. Después de esta discusión, se proponen conclusiones, y sucede algo mágico, el mayor acto de libertad, el símbolo de nuestra era; la democracia. Esto es, se vota, y se aceptará como acertado lo que quieran 51 voces, y se desoirán las otras 49, que deben de ser cobardes, locos, individuos que no quieren el bien, vamos, que se han pasado al lado oscuro. Tras estas líneas llegamos a una primera cuestión o pregunta; Si una respuesta es realmente beneficiosa, lo será para todos, ya que la definición de beneficioso debiera ser la considerada como la acción que reporta mayor beneficio, ¿Y que mayor beneficio que el 100%, en vez del 51? Por lo tanto las decisiones debieran ser adoptadas por consenso. Quizá esta conclusión es demasiado prematura en el artículo y ahora parezca algo descabellado.

A partir de ahora expondré los argumentos que soportan y hacen posible la primera conclusión.

Para empezar podría hablar del respeto, aunque todo el mundo se cree respetuoso, pero la observación de mi derredor me dice que algo falla. Es algo que se cree arraigado en la sociedad, pero que poca gente entiende, es más, se confunde, y por ello se utiliza mal. El respeto de ser entendido como un acto de humildad, cualidad de la que muchos carecemos. El respeto no consiste en permitir que cada cual exponga sus argumentos y que, además, lo haga libremente. Es algo más complicado, se basa en permitir la exposición, y hacer un buen uso de ella, igualar el nivel de los argumentos ajenos con los propios, para poder analizarlos y compararlos sin que ninguno tenga una ventaja previa. Es decir, todos los argumentos tienen la misma entidad, y solo asi seremos capaces de captar el beneficio real. Otra puntualización, el respeto no impide que un argumento sea destructivo, se puede argumentar en contra de unos planteamientos, lo que si es necesario es no usar la violencia en tus exposiciones.
Todo el tema del respeto va unido a la idea de posesión de verdad; nadie puede demostrar que tiene la verdad absoluta, aunque haya dedicado toda su vida a buscarla. El ser humano esta limitado, no puede encontrarla. Quizá exista, pero nadie puede tener la certeza de que es la suya. Si una idea, un planteamiento se propone como único y verdadero, en parte es falso; es falso en cuanto a la afirmación de verdad. Resumiendo, si alguien tuviera la verdad absoluta y fuese consciente de ello, debería ser capaz de demostrarlo a los demás, y el debate perdería su sentido. Este problema es el que conduce a las dictaduras. Al igual que en el párrafo anterior llegamos a la conclusión de que todas las ideas han de tener la misma entidad. Ninguna es buena por que lo diga su defensor, sino porque convenza a todos.

Después de reflexionar sobre todo lo anteriormente expuesto, cabe la duda de que si lo expresado fuese cierto los problemas se solucionarían inmediatamente, o en un corto espacio de tiempo, y como no sucede asi, deben de ser un montón de sandeces, o se podría tachar de utópico.

Es cierto que los problemas no se solucionan, ¿Por qué?, muy sencillo, porque los debatientes tienen fuertes intereses individuales y los anteponen al beneficio general. Algo que quizá suene repetitivo, pero que si nos fijamos en nuestra organización se ve muy claramente. Cada político vela por los intereses de su país o región, lo que les impide, les ciega ante la solución, que nunca puede consistir en un posicionamiento que defienda unos intereses particulares, sino que exista una clase dirigente que consiga de una vez y para siempre saltar el muro de los nacionalismos y logre llegar a consensuar el camino que nos beneficie al 100%.

En conclusión, el método más eficaz para obtener los mejores resultados es el debate, y las decisiones tomadas por consenso, pero esto no se podrá conseguir mientras no se entienda la idea de paridad entre planteamientos, y, sobre todo, no se superen las barreras del egoísmo.

Fragmento que he seleccionado de la entrevista citada anteriormente. 


Enlace a la entrevista completa, muy interesante, no tiene desperdicio. http://www.youtube.com/watch?v=TOynMKesxtw


lunes, 22 de octubre de 2012

Reflexión a unas elecciones

En el año de 1879 Pablo Iglesias fundó un partido político que nacía dentro de una clase social con una ideología clara, y un futuro prometedor. El pueblo español ponía sus esperanzas de una sociedad más justa, igualitaria y socialista. Abrazó en sus años el marxismo, luchó contra la dictadura de Primo de Rivera primero y de Franco después. Es el partido que más años ha gobernado durante nuestra joven democracia, siendo el baluarte de la izquierda en este país durante mucho años, pero.

Las elecciones celebradas ayer mismo en Galicia y Euskadi, a parte de otras muchas lecturas del sentir popular que se hacen y se harán estos días, arrojan una duda, una reflexión, yo creo obligada, y que no está en boca de todos. ¿Puede el Partido Socialista dejar de ser la segunda fuerza política y bandera de la izquierda en un futuro no muy lejano?

En el Congreso de los Diputados, el Partido Socialista cuenta con 110 diputados, el número más bajo desde la Transición. Comparándolos con el resto de fuerzas de la Izquierda no parece que la reflexión venga al caso, pues Izquierda Unida cuenta con 11, como único otro partido de izquierdas a nivel nacional, y Amaiur, nacionalistas vascos, cuenta con 7 y Compromis, coalición de izquierdas valenciana, cuenta con 1 único diputado. En total suman 19 diputados contra los 110 de PSOE, no hay comparativa posible. Si miramos este mismo dato en número de votos la cosa va cambiando algo, el PSOE obtuvo 7.003.511 votos y la suma de todos los votos de partidos de izquierdas que obtuvieron un número de votos significativo en la elecciones de 2011, véase IU, Amaiur, Equo, ERC, BNG, Compromis y PACMA, suman 2.905.166 de votos, la mitad que el PSOE, y teniendo en cuenta lo que denominamos voto útil, ya que muchos no se deciden a votar al partido que mejor encuadra sus ideas a bien de que el sistema electoral elimine su voto. Pero ese es otro debate. Estos son los datos de 2011, pero las tendencias también hablan, el PSOE ha perdido un 15,11% de votos respecto a las anteriores elecciones, mientras el resto de las formaciones ha subido, exceptuando ERC. Ahora comparemos estos datos con los obtenidos ayer en las elecciones gallegas y vascas, donde vamos a observar la continuación de esa tendencia. En Galicia los socialistas tiene 18 escaños, la coalición de izquierdas ANOVA 9 y el BNG 7, es decir, el resto de partidos de izquierdas tienen 16 escaños frente a los 18 del Partido Socialista de Galicia, la cosa se empieza a igualar. Si vemos el número de votos PSOE 293.671 frente a ANOVA 200.101 más 145.389 de BNG, lo que dice que el PSdeG obtiene menos votos que el resto de formaciones de izquierdas. Comentando tendencias en 2009, el PSdeG era la fuerza de izquierdas con más escaños y más votos con diferencia. En Euskadi, haremos la misma comparativa que hasta ahora, pero debiéramos de tener en cuenta la distinta coyuntura política existente. Aquí el PSE-EE ha conseguido 16 escaños y 211.939 votos, y EH Bildu 21 escaños y 276.989 votos. Por lo tanto el Partido de Patxi López y de Rubalcaba se queda otra vez como segunda fuerza de la izquierda. Y otra vez comparando tendencias, en 2009, Patxi López era la primera fuerza de la izquierda en solitario, incluso llegó a la lehendakaritza de la mano del PP. Como resumen a esta batería de datos  se resalta que el PSOE sigue una clara línea descendente, no solo contra la derecha, si no que esta en peligro su hegemonía como voz de la izquierda.

Las causas que han llevado a esta situación están en la cabeza de todos y cada uno de los votantes que les han dejado de votar. El partido que fundó Pablo Iglesias y que ha representado los ideales de tantos españoles se haya en un embudo. Solo por nombrar alguna, se añora la fortaleza de un líder como Felipe González. Quiero solo recordar un momento histórico, Joaquín Almunia dimitió por el hecho de obtener más escaños de los que obtuvo Rubalcaba en 2011. Quizá sea esta la puntilla que le hace falta replantearse su estrategia, y volver a lo que la izquierda añora.  Una definición clara de su política, hacia donde van, no solo bandazos a un lado y a otro, si quieren pasarse a la derecha, muy bien, pero que no pretendan llevarse nuestros votos con ellos. Por dar otra pincelada, Rajoy no ha perdido votos en Galicia y muy pocos en País Vasco, y aun llevando a cabo la política de recortes y austeridad que tanto daña el estado del bienestar. ¿Será ello por que los a los españoles nos gusta la penuria, o por que hemos perdido la fe en la clase política?

El futuro depende de la ciudadanía, pero hay que actuar con cabeza y responsabilidad, pues el PP perderá el poder, lo hará más tarde o más temprano. Tres bocas de salida tiene este embudo. La primera, no deseable, es que las cosas se queden tal y como están, con un PSOE jugando con nosotros, debilitando a la izquierda y a España. La segunda, más esperada que posible, es que Rubalcaba dimita de inmediato, reconozca el mal rumbo, y el partido de defina claramente, como un partido del pueblo, con los ideales del pueblo. Y la tercera, y creo más probable, la salida más lógica del embudo es a través de, ante la incapacidad del PSOE, el paso a delante de la izquierda alternativa de este país, debemos darnos cuenta que el PSOE se ha ido, que debe nacer una nueva izquierda, un nuevo partido que recoja los votantes huérfanos que se está dejando. ¿Será la hora de IU? ¿Será que ha desaparecido la clase social proletaria y todos nos creemos ahora nuevos ricos? ¿Será la hora de un cambio de rumbo?