En el año de 1879 Pablo Iglesias
fundó un partido político que nacía dentro de una clase social con una
ideología clara, y un futuro prometedor. El pueblo español ponía sus esperanzas
de una sociedad más justa, igualitaria y socialista. Abrazó en sus años el
marxismo, luchó contra la dictadura de Primo de Rivera primero y de Franco
después. Es el partido que más años ha gobernado durante nuestra joven
democracia, siendo el baluarte de la izquierda en este país durante mucho años,
pero.
Las elecciones celebradas ayer
mismo en Galicia y Euskadi, a parte de otras muchas lecturas del sentir popular
que se hacen y se harán estos días, arrojan una duda, una reflexión, yo creo
obligada, y que no está en boca de todos. ¿Puede el Partido Socialista dejar de
ser la segunda fuerza política y bandera de la izquierda en un futuro no muy
lejano?
En el Congreso de los Diputados,
el Partido Socialista cuenta con 110 diputados, el número más bajo desde la
Transición. Comparándolos con el resto de fuerzas de la Izquierda no parece que
la reflexión venga al caso, pues Izquierda Unida cuenta con 11, como único otro
partido de izquierdas a nivel nacional, y Amaiur, nacionalistas vascos, cuenta
con 7 y Compromis, coalición de izquierdas valenciana, cuenta con 1 único
diputado. En total suman 19 diputados contra los 110 de PSOE, no hay
comparativa posible. Si miramos este mismo dato en número de votos la cosa va
cambiando algo, el PSOE obtuvo 7.003.511 votos y la suma de todos los votos de
partidos de izquierdas que obtuvieron un número de votos significativo en la
elecciones de 2011, véase IU, Amaiur, Equo, ERC, BNG, Compromis y PACMA, suman
2.905.166 de votos, la mitad que el PSOE, y teniendo en cuenta lo que denominamos
voto útil, ya que muchos no se deciden a votar al partido que mejor encuadra
sus ideas a bien de que el sistema electoral elimine su voto. Pero ese es otro
debate. Estos son los datos de 2011, pero las tendencias también hablan, el
PSOE ha perdido un 15,11% de votos respecto a las anteriores elecciones,
mientras el resto de las formaciones ha subido, exceptuando ERC. Ahora
comparemos estos datos con los obtenidos ayer en las elecciones gallegas y
vascas, donde vamos a observar la continuación de esa tendencia. En Galicia los
socialistas tiene 18 escaños, la coalición de izquierdas ANOVA 9 y el BNG 7, es
decir, el resto de partidos de izquierdas tienen 16 escaños frente a los 18 del
Partido Socialista de Galicia, la cosa se empieza a igualar. Si vemos el número
de votos PSOE 293.671 frente a ANOVA 200.101 más 145.389 de BNG, lo que dice
que el PSdeG obtiene menos votos que el resto de formaciones de izquierdas.
Comentando tendencias en 2009, el PSdeG era la fuerza de izquierdas con más
escaños y más votos con diferencia. En Euskadi, haremos la misma comparativa
que hasta ahora, pero debiéramos de tener en cuenta la distinta coyuntura
política existente. Aquí el PSE-EE ha conseguido 16 escaños y 211.939 votos, y
EH Bildu 21 escaños y 276.989 votos. Por lo tanto el Partido de Patxi López y
de Rubalcaba se queda otra vez como segunda fuerza de la izquierda. Y otra vez
comparando tendencias, en 2009, Patxi López era la primera fuerza de la
izquierda en solitario, incluso llegó a la lehendakaritza de la mano del PP.
Como resumen a esta batería de datos se
resalta que el PSOE sigue una clara línea descendente, no solo contra la
derecha, si no que esta en peligro su hegemonía como voz de la izquierda.
Las causas que han llevado a esta
situación están en la cabeza de todos y cada uno de los votantes que les han
dejado de votar. El partido que fundó Pablo Iglesias y que ha representado los
ideales de tantos españoles se haya en un embudo. Solo por nombrar alguna, se
añora la fortaleza de un líder como Felipe González. Quiero solo recordar un momento
histórico, Joaquín Almunia dimitió por el hecho de obtener más escaños de los
que obtuvo Rubalcaba en 2011. Quizá sea esta la puntilla que le hace falta
replantearse su estrategia, y volver a lo que la izquierda añora. Una definición clara de su política, hacia
donde van, no solo bandazos a un lado y a otro, si quieren pasarse a la
derecha, muy bien, pero que no pretendan llevarse nuestros votos con ellos. Por
dar otra pincelada, Rajoy no ha perdido votos en Galicia y muy pocos en País
Vasco, y aun llevando a cabo la política de recortes y austeridad que tanto
daña el estado del bienestar. ¿Será ello por que los a los españoles nos gusta
la penuria, o por que hemos perdido la fe en la clase política?
El futuro depende de la
ciudadanía, pero hay que actuar con cabeza y responsabilidad, pues el PP
perderá el poder, lo hará más tarde o más temprano. Tres bocas de salida
tiene este embudo. La primera, no deseable, es que las cosas se queden tal y
como están, con un PSOE jugando con nosotros, debilitando a la izquierda y a
España. La segunda, más esperada que posible, es que Rubalcaba dimita de
inmediato, reconozca el mal rumbo, y el partido de defina claramente, como un
partido del pueblo, con los ideales del pueblo. Y la tercera, y creo más
probable, la salida más lógica del embudo es a través de, ante la incapacidad
del PSOE, el paso a delante de la izquierda alternativa de este país, debemos
darnos cuenta que el PSOE se ha ido, que debe nacer una nueva izquierda, un
nuevo partido que recoja los votantes huérfanos que se está dejando. ¿Será la
hora de IU? ¿Será que ha desaparecido la clase social proletaria y todos nos
creemos ahora nuevos ricos? ¿Será la hora de un cambio de rumbo?
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