Los niños entorpecen mi búsqueda con sus chillidos agudos
provocados por su ilusión ignorante. Aun así sigo adelante guiándome por las
sensaciones, las que me produce un banco tras un tupido árbol, el ruido de los
remos de una vieja barca al romper contra el agua, el mojón de perro que mancha
la suela de mi zapatilla… Si me siento dos plazas más atrás lo escrito sería
totalmente distinto. Si hoy no fuese noche de reyes y magia, mi dialogo con el
papel sería otro. Si los timbales no golpeasen el silencio, mis palabras
dibujarían algo diferente. En este proceso de creación influye la conversación
de un hombre quejándose de la modelo pisando las flores y el malabarista
pendiendo sobre la cuerda. Cada relato, cada trazo es único como únicas son las
sensaciones de cada momento en mí.
jueves, 24 de abril de 2014
miércoles, 15 de enero de 2014
Salgo a la calle
Salgo a la calle, me mezclo con
la manada, cada uno tiene sus problemas, pero no quiero saberlos, yo tengo los
míos, no son más graves que los suyos, ni menos, pero son míos y los tuyos me
dan igual. Ando entre vidas paralelas que se cruzan sin tocarse, ando sobre la
calle mojada de tantas lágrimas que no puede absorber más, ni siquiera las mías
que son las más importantes. Grito desesperado para que alguien me pise, y lo
consigo, me pisas, y él a ti. De eso va toda esta mierda de llorar sobre las
lágrimas ya caídas. No busco consuelo, pues solo encontraré la fría bota de
acero rompiéndome los dientes de una hostia tremenda. Quizá sea duro pero aquí,
en la ciudad, las cosas van así. Desearía escapar, salir de la cadena, dejar
que las hienas os devoréis, pero no podemos, somos esclavos del sufrimiento, de
la ira del de alado. Quiero escapar, y no puedo, una lágrima ha caído sobre mí,
aunque no siento lástima por él, si pudiera le pisaría. ¡Sálvese quien pueda! La
guerra ha comenzado y no hay escapatoria. Os odio y me odiáis, incluso os
odiáis, solo tenéis que pausar un segundo y vernos desde una perspectiva
diferente. Es la 1.23 de la madrugada, no tengo sueño, solo ganas de escribir
lo que me pasa por la cabeza, no he debido de cagar bien hoy pues solo me pasa
mierda. Un saludo, odiosos. Nos odiamos.
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