jueves, 24 de abril de 2014

Parc de la Ciutadella

Los niños entorpecen mi búsqueda con sus chillidos agudos provocados por su ilusión ignorante. Aun así sigo adelante guiándome por las sensaciones, las que me produce un banco tras un tupido árbol, el ruido de los remos de una vieja barca al romper contra el agua, el mojón de perro que mancha la suela de mi zapatilla… Si me siento dos plazas más atrás lo escrito sería totalmente distinto. Si hoy no fuese noche de reyes y magia, mi dialogo con el papel sería otro. Si los timbales no golpeasen el silencio, mis palabras dibujarían algo diferente. En este proceso de creación influye la conversación de un hombre quejándose de la modelo pisando las flores y el malabarista pendiendo sobre la cuerda. Cada relato, cada trazo es único como únicas son las sensaciones de cada momento en mí. 

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